Gli anni trenta e quaranta, dalla promozione in serie B ai primi anni della guerra
En 1938-39 el Udinese hizo el deseado salto de calidad. El presidente Enea Caine y el entrenador Luigi Miconi constituyeron un equipo equilibrado, fuerte en cada sector. Los friulanos concluyeron la vuelta de la serie C primeros con 41 puntos, precediendo de cuatro puntos el Treviso. Para entrar en la serie B fueron necesarios los "usuales" desempates. Los rivales se llamaban Brescia, Reggiana y Savona. La promoción fue conquistada con el último esfuerzo, el partido en el estadio de Savona, donde era suficiente un empate. El partido terminó 0 - 0. La clasificación de los desempates fue dirigida por el Brescia con 8 puntos, Udinese 7 (ambas promovidas), Reggiana 5 y Savona 4. Esta fue la formación del equipo blanqui-negro: Gremese (Tonello), Ciroi, Venier (Forniz), Dianti, Gallo, Serri (Miani), Bertoli, Faini, Zorzi, (Ferigo), Tabanelli, Sdraulig (Marini). Entrenador: Miconi. Con la promoción en Segunda División regresaron en Udine el delantero central D'Odorico desde el Torino y Spivach desde el Genoa, los que dieron fuerza al ataque blanqui-negro juntos con Tabanelli. El equipo era entrenado por el húngaro Payer, pero él no obtuvo los resultados deseados, así que fue reemplazado por Miconi. Al final el Udinese se clasificó en el medio de la clasificación con 33 puntos.
Después de un torneo sin pena ni gloria (1932-33), el año siguiente el Udinese se acercó a la promoción en serie B, aunque sin el goleador D'Odorico, mientras tanto vendido al Padova. Los blanqui-negros, después de un camino muy autoritario distinguido con veinte partidos sin derrotas, concluyeron empatando en el puntaje con Pisa. Fue necesario el enésimo desempate. A la víspera del partido contra los toscanos, sucedió un hecho clamoroso: el presidente Lao Menazzi Moretti se dimitió a consecuencia de las polémicas surgidas porque no se opuso a la elección del lugar del desempate (Milano antes, Roma después). En la capital ganó el Pisa 3 - 1 consiguiendo la promoción en la Segunda División.

Los años Treinta

El torneo de Segunda División 1930-31 fue más difícil de lo previsto, también a causa de los problemas financieros de la sociedad. El equipo logró salvarse después un desempate (ganado con ventaja) contra el Lucchese, equipo con el cual había terminado el camino antepenúltimo con 27 puntos.
El desempate fue disputado en Bologna y el Udinese ganó 7 - 0. El descenso en Primera División, de todas maneras, fue aplazada de un año, cuando los blanqui-negros disputaron un campeonato en sordina, concluyendo al antepenúltimo lugar con 25 puntos, a cinco puntos desde la zona-permanencia.
En el torneo 1934-35 el Udinese se acercó otra vez a la promoción en Segunda División: ganó su vuelta de Primera División con 39 puntos, marcando algo como 62 goles y recibiendo sólo 18. Pero en el momento de la verdad, o sea el desempate a cuatro contra Reggiana, Siena y Sanremese, el equipo blanqui-negro, que tenía el potencial mejor, tuvo que enfrentarse con la mala suerte y sus sueños de gloria se rompieron otra vez. En la temporada 1935-36 fue fundada la serie C. Por consiguiente el torneo de Primera División perdió importancia. El Udinese entró en la serie C y jugó muy bien. El equipo fue tercero con 39 puntos detrás de Vicenza (40) y Venezia (42). Pero, el año siguiente los blanqui-negros pasaron las penas del purgatorio. Se acercaron al descenso, evitándolo solamente gracias a la victoria en final de torneo contra el último equipo en clasificación, el Fortitudo.

Los años Quarenta

En el torneo 1940-41 el equipo friulano fue dirigido por el maestro de Livorno Pietro Piselli, optimo gimnasta aunque tenía una pierna artificial. El técnico toscano elegió el "sistema inglés" como modulo de juego.
 
El Udinese disputó dos torneos más en serie B: en 1941-42 con Miconi como entrenador (clasificándose noveno) y en 1942-43 conducida, por tres cuartos del torneo, por Molnar cuando se colocó antepenúltimo con 26 puntos. Fue otra vez serie C. El error de la sociedad fue de reemplazar demasiado tarde Mornar con Gino Bellotto. 

Hay que decir que el Udinese pagó caras las inevitables cesiones de algunos peces gordos como el centrocampista Gallo, el defensor Zorzi y la ala izquierda Del Medico, vendidos a Milano (actual Milan).
Mientras tanto la guerra trastornó también el mundo del fútbol. El 8 septiembre 1943 fue el caos. Los jugadores regresaron a sus casas intentando evitar el enrolamiento del gobierno militar alemán. La Federcalcio instituyó muchas vueltas llamadas "locales" para evitar largos encuentros fuera de casa. El Udinese fue incorporado en la vuelta giuliana de la serie C.
El equipo, entrenado por Alfredo Foni, no se portó muy bien, todo lo contrario.