1c.jpg
Después de la suspensión de las ligas a causa de la guerra, el Udinese fue incorporado en una de las tres vueltas (la veneto-emiliana) del torneo de serie B - C en el que participaron 36 equipos. Entre los blanqui-negros debutó Sergio Manente, más tarde estrella del Juventus con el cual disputó 231 partidos. Los blanqui-negros se quedaron en la Segunda División hasta el torneo 1947-48, cuando el torneo fue reestructurado en un único campeonato. Entonces el Udinese, para evitar el descenso de categoría, hubiera tenido que clasificarse entre las primeras seis y no, como ocurrió, al décimo lugar con 35 puntos.
3.jpg
A conclusión del torneo 1951-52, Giuseppe Bertoli decidió dejar lugar y total responsabilidad al yerno, Dino Bruseschi, jefe de una próspera industria de madera de Palmanova. Bertoli asumió el cargo de Presidente honorario. La confianza fue bien depositada. Bruseschi demostró habilidad sobre todo en las operaciones de mercado. Él hizo volver Aldo Olivieri a la dirección del equipo, vendió al Milan el defensor central Travagini a cambio de mucho dinero y de Menegotti. Llegó también el genial y polémico Toni Bacchetti desde el Napoli, el arquero Pin desde el Mestrina y Vascellari desde el Treviso. Hasta abril 1953 el equipo disputó un buen campeonato. Luego entró en crisis, perdió dos partidos seguidos condicionándose a la zona-descenso y al último turno en Busto Arsizio ganó 3 - 2, pero más tarde se supo que aquel suceso fue debido a un acuerdo. 

Estando fuera de peligro, Dino Bruseschi llamó a dirigir el equipo Peppino Bigogno. Desde el Inter llegaron el arquero Puccioni y el centrocampista Invernizzi, desde el Fiorentina Bertrandi, desde Brescia Zamboni, desde el Venezia Romano, desde el Pro Gorizia Orzan, desde el Vigevano Stucchi. El presidente ficha también al delantero sueco Arne Selmosson, el célebre Rayo de Luna, pero un decreto del Presidente del Consejo de Ministros impidió, momentáneamente, al futbolista de jugar en Italia.
4.jpg
A conclusión del torneo 1951-52, Giuseppe Bertoli decidió dejar lugar y total responsabilidad al yerno, Dino Bruseschi, jefe de una próspera industria de madera de Palmanova. Bertoli asumió el cargo de Presidente honorario. La confianza fue bien depositada. Bruseschi demostró habilidad sobre todo en las operaciones de mercado. Él hizo volver Aldo Olivieri a la dirección del equipo, vendió al Milan el defensor central Travagini a cambio de mucho dinero y de Menegotti. Llegó también el genial y polémico Toni Bacchetti desde el Napoli, el arquero Pin desde el Mestrina y Vascellari desde el Treviso. Hasta abril 1953 el equipo disputó un buen campeonato. Luego entró en crisis, perdió dos partidos seguidos condicionándose a la zona-descenso y al último turno en Busto Arsizio ganó 3 - 2, pero más tarde se supo que aquel suceso fue debido a un acuerdo. 

Estando fuera de peligro, Dino Bruseschi llamó a dirigir el equipo Peppino Bigogno. Desde el Inter llegaron el arquero Puccioni y el centrocampista Invernizzi, desde el Fiorentina Bertrandi, desde Brescia Zamboni, desde el Venezia Romano, desde el Pro Gorizia Orzan, desde el Vigevano Stucchi. El presidente ficha también al delantero sueco Arne Selmosson, el célebre Rayo de Luna, pero un decreto del Presidente del Consejo de Ministros impidió, momentáneamente, al futbolista de jugar en Italia.