El domingo siguiente en Messina, en un partido que sabía a desempate-salvación, el Udinese dio otra inequivocable señal que la terapia de choque de Galeone produjo efectos benéficos. El partido terminó  1-1 con los bianconeri que corrieron muy pocos peligros. La obra maestra de Galeone se cumplió en los tres partidos siguientes, todos ganados, 2 a 0 en casa ante el Parma, 2-0 en Livorno, 2 -1 en Lecce. Ya fuera de peligro el equipo estaba a salvo aunque hasta un mes antes se consideraba "desahuciado". Luego los bianconeri empataron en casa ante el Chievo, 1-1, y obtuvieron el mismo resultado en Genova ante el Sampdoria. En el estadio "Friuli" derrotaron al Cagliari 2 - 0, pero tropezaron en  la última fecha en Treviso, 1-2. Hay que decir que en aquel partido, después el momentáneo 1-0, se quedaron en diez por la expulsión de Muntari. El balance final de Galeone fue brillante, quince puntos en ocho partidos, media que permitió lograr el lugar tercero o cuarto, ergo la Champions League.

El "Gale" fue fichado también por la temporada 2006-07. Había confianza alrededor del nuevo Udinese, compuesto por elementos importantes como Zapata, Felipe, De Sanctis, Pinzi, Obodo, Muntari, Iaquinta, Di Natale, sólo para citar algunos y el comienzo del campeonato, no obstante el inesperado 0-1 en Messina en el primer partido, fue por cierto positivo. Durante dos meses los bianconeri impusieron su juego y también el 0-0 al Inter aunque jugando en formación muy reajustada. Luego algo falló. El mecanismo de juego se había encasquillado. El equipo perdió posiciones y al final de la primera vuelta, después el 0-2 en Palermo, Gianpaolo Pozzo despidió a  Giovanni Galeone, sustituido por Alberto Malesani. El ex técnico del Panathinaikos, cambió también el módulo: el 4-3-3 se convirtió en 3-5-2. El nuevo plan de batalla parecía dar los resultados deseados: el Udinese se despertó, derrotó en casa al Messina, ganó en Torino, para despuçes caer otra vez en los mismos errores. En abril Malesani perdió también un pez gordo, Obodo, por un serio accidente en la rodilla derecha y con él la posibilidad de jugar en las sopas europeas.  Determinantes fueron las derrotas en casa ante el Catania de Marino, el Atalanta y el Palermo, en la última fecha. Pozzo, después de la decepción decidió volver la hoja. Vendió unos jugadores, Muntari y Iaquinta, y fichó un nuevo entrenador, Pasquale Marino, gran artífice de la salvación del Catania, su viejo equipo. El Udinese iba rejuveneciendo con la llegada de Ermeneko para Fien, préstamo desde el Siena, Boudianski desde el Juventus, Inler desde el Zurigo, Floro Flores desde el Arezzo y, sobre todo, el fántastico Fabio Quagliarella, quitandolo al Sampdoria.

 

La vuelta a Europa

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Pasquale Marino
 El comienzo del torneo 2007-08 fue muy bueno, 1-1 en el campo del Inter, Campeón de Italia, y eso creó nuevo entusiasmo. El partido siguiente fue una ducha de agua fría: el Udinese fue derrotado en casa 5-0 por el Napoli y Marino decidió cambiar módulo: el 3-4-3 sustituyó el inicial 4-3-3. La jugada parecía justa y el Udinese impuso su juego. Muy pronto la fuerza de sus jugadores tomó posesión de las posiciones más altas de la clasificación. Los friulani volvieron a saborear el verdadero fútbol. Con Pasquale Marino por la guía técnica, el Udinese cierró la temporada en lugar séptimo por dos años consecutivos y se calificó en Copa Uefa, 2008-2009. El viaje de los chicos del técnico de Marsala en Europa contó con victorias prestigiosas ante Borussia, Dortmund, , Spartak Mosca, Tottenham, Dinamo Zagabria y Zenit Sanpietroburgo. El sueño terminó en los cuartos de final ante el Werder Brema de Diego, finalista antes y derrotado después por el Shakhtar Donetsk. 

El regreso de Galeone

 El equipo se encontraba en estado de confusión, la crisis empeoraba de manera irreversible. El día siguiente Sensini se dimitió y también Dominissini.  Gianpaolo Pozzo para intentar salvar lo que se podía, puso el Udinese en manos del entrenador psicólogo Giovanni Galeone, artífice de la promoción en A de los bianconeri en la temporada 1994-95. La elección, no obstante el escepticismo de algunos críticos y de una parte de la hinchada, se reveló acertada. Galeone regeneró psíquicamente el equipo y modificó la táctica: la defensa pasa de tres a cuatro, tres en centrocampo y en ataque. Candela  se convirtió en coordinador de juega. El fruto del nuevo trabajo se vio ya en Copa Italia el día siguiente, con un Udinese que, aunque la derrota amarga 1 - 0 en Milán ante el Inter, jugó mejor que los nerazzurri.
 El Udinese vivió en 2009/10 una temporada con altibajos en la cual el capitán Di Natale fue el principal goleador de un campeonato extraordinario con 29 goles (una media de un gol cada 110 minutos). El Udinese fue representado por ocho jugadores en la Copa del Mundo en Sudáfrica: el mismo Di Natale y Pepe para Italia, Sanchez e Isla para Chile, Asamoah para Ghana, Inler para Suiza, Lukovic para Serbia y Handanovic para Eslovenia. Se añaden dos jugadores más para la sociedad bianconera: Orellana (Chile) y Mensah (Ghana).
La solución técnica encontró el consentimiento de los hinchas. Dominissini, ex bianconero en los tiempos de Zico, era un friulano de pura cepa, Sensini era el mito. La aventura de los dos empezó bien. El Udinese empató en Roma ante el Lazio (en el partido adelantado de sábado 11) 1 - 1. Los bianconeri parecían renacidos tanto en el juego como en la mente. El Jueves 15 se exaltaron en Copa Uefa derrotando a los franceses del Lens con tres golazos. Los hinchas exultaron, pareciendo el equipo vuelto a la normalidad. Pero solo fue una ilusión. Ocho días después el Udinese perdió en casa ante el Siena 2 - 1. El 23 de febrero otra derrota en el partido de vuelta ante el Lens, 1 - 0, pero con promoción. En el campeonato los jugadores de Dominissini y Sensini jugaron en Milano ante los nerazzurri, terminando 1 - 3. En el partido siguiente la mala suerte los paró. Jugaron en casa ante el Ascoli, en un terreno casi impracticable por la lluvia que no había parado desde el comienzo del partido. En el minuto 32 del segundo tiempo Di Natale aprovechó el momento y marcó el gol que dio al equipo esperanza para ganar. Pero no fue así. En el minuto 44 Domizzi se lanzó en área de castigo sin ser empujado por Defendi. El árbitro Rosetti se equivocó y el mismo Domizzi transformó el penalti en un gol.
El jueves siguiente el Udinese jugó el partido de los octavos de final de Copa Uefa ante el Levski. Los adversarios parecían abordables. En realidad el equipo búlgaro resistió bien terminando 0 - 0. Pero el domingo siguiente, en campeonato, los bianconeri perdieron en Palermo aunque habían jugado bien el primer tiempo. Terminó 2 -0 para los rosanero que aprovecharon dos errores en la defensa del adversario. La situación precipitó, aunque el Udinese guardó las distancias del descenso. Pero, más que la clasificación, preocupaba el estado de salud mental de los bianconeri que aparecían asustados contra quienquiera. En la vuelta en Bulgaria el equipo perdió 2 - 1 ante el Levski y se quedó fuera de la Copa Uefa. Y las cosas empeoraron: el domingo 19 de marzo el Milán derrotó el "Friuli" sin esfuerzos, con un indiscutible 4 - 0.
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David Di Michele
 Inmediatamente después de la conclusión del último partido de campeonato contra el Milan (1 - 1 que permitió la participación a los preliminares de Champions), Spalletti dejó entender que no quería más quedarse. Nueve días después el triunfo, el técnico presentó su dimisión (inicialmente congelada), luego encontró una solución con la sociedad para irse sin crear escándalo.

Le sucedió Serse Cosmi, 47 años, umbro, ex Arezzo, ex Perugia, ex Genoa. El técnico umbro no tuvo suerte. Su aventura empezó bien: el Udinese en la pretemporada derrotó formaciones de rango y mostró el fútbol auténtico. Luego consiguió superar el obstáculo de los preliminares para participar a la Champions League, derrotando dos veces el Sporting Lisboa, finalista cuatro meses antes en Copa Uefa, y accediendo a la manifestación continental más prestigiosa. En el primer turno de Champions el Udinese se enfrentó ante el Barcelona, Werder Brema y Panathinaikos. Los bianconeri concluyeron la vuelta al lugar tercero aunque la decepción fue muy fuerte al fallar el lugar segundo después de la derrota en casa ante el Barcelona. Habría sido suficiente un empate para alcanzar el objetivo, y además 5' antes del final todavía era 0 a 0.

 Después el Udinese cambió de rumbo, tiene dificultad, ganó a duras penas aunque el éxito del 21 de diciembre de 2005 ante el Sampdoria ilusionó a todos. El 2006 empezó bajo el signo  una crisis más la derrota en casa ante el Reggina (1-2), fatal para Cosmi que fue despedido. Le sucedió Loris Dominissini con Sensini como asistente técnico.

Los tres años de Spalletti

Spalletti
29 de mayo de 2005: el Udinese de Spalletti está en la Champions
 Evitado el enésimo peligro, el Udinese se rehabilitó gracias a la vuelta del técnico toscano. Con Spalletti, con una sociedad  organizada atrás, con compras acertadas por los Pozzo, el Udinese voló, y durante tres años conquistó Europa (dos veces Uefa y, en tiempos recientes, al acabar la temporada 2004-05 se conquistó el pase para la manifestación continental más prestigiosa).

A Spalletti se le reconoció el mérito de lanzar con éxito a los jóvenes Muntari y Felipe, favorecer la explosión de Pizzarro, llegado a Italia en julio de 1999, y de Iaquinta, sin olvidarnos de la proeza de Di Michele.

 Con Spalletti el Udinese jugó el fútbol más hermoso, concreto, despiadado, organizado y espectacular. El Equipo logró cierto equilibrio y esto explicó porque encajó menos goles que en el pasado.