Gianpaolo Pozzo no soportaba perder. Él quería la serie A, entonces entregó el Udinese a un técnico experto, el profesor Franco Scoglio. La jugada pareció justa, porque el Udinese había empezado bien. Balbo era un profesional fuera de lo común, Sensini en el centrocampo era un gigante, Manicone, nuevo fichaje, garantizaba orden y geometría, Mandorlini, llegado desde el Inter, era el sostén de la defensa. Para el equipo parecía no haber adversarios, pero luego algo se paró. El comienzo de 1992 fue un desastre. La cumbre de la crisis llegó en febrero, 2 - 2 en casa ante un Cosenza reducido en nueve jugadores. Luego 0 - 2, siempre en casa, ante el Messina. Adriano Fedele, gran trabajador que regeneró atleticamente el equipo, sustituyó a Scoglio. Al final, aunque con dificultad, el Udinese logró la promoción derrotando el Ancona en la última fecha, el 14 de junio de 1992, 2 - 0.
Las sorpresas en casa bianconera no habían terminado. Adriano Fedele entrenó el equipo durante todo el verano, pero cinco días antes del comienzo del campeonato, fue despedido y Gianpaolo Pozzo llamó a Albertino Bigon.
El Udinese de 1992-93 fue un equipo "reversible": muy fuerte en casa y muy vulnerable fuera. Era una lástima porque su potencial era notable. Sensini, Balbo, Dell'Anno, Desideri, Branca, Giuliani eran entre los elementos mejores del campeonato. No obstante eso, el Udinese evitó el descenso ganando el desempate ante Brescia disputado el 12 de junio de 1993 en Bologna. Bigon no fue confirmado. En su lugar llegó el ex d.t. de la nacional Azeglio Vicini. Pero sobre todo no estaban Balbo, pasado al Roma y Dell'Anno, pasado al Inter. El equipo empezó mal, entonces Pozzo dimitió a Vicini y propuso otra vez Adriano Fedele. Mientras tanto se vendió también Sensini que pasó al Parma y desde Parma llegó Fausto Pizzi. El Udinese intentó luchar pero ya era inútil. Fue otra vez serie B, pero la última en la "era Pozzo". En B el arranque no fue muy positivo, pero tampoco catastrófico. El equipo con Poggi, Ripa, Ametrano y Marino, nuevos fichajes, con los confirmados Desideri y Pizzi, se mantuvo en posición medio-alta, o sea en zona promoción. Pero Pozzo no estaba satisfecho y en noviembre despidió a Fedele y entregó el equipo a Giovanni Galeone, que no tuvo dificultad en dirigirlo al segundo lugar y reconducirlo en serie A.
Las sorpresas en casa bianconera no habían terminado. Adriano Fedele entrenó el equipo durante todo el verano, pero cinco días antes del comienzo del campeonato, fue despedido y Gianpaolo Pozzo llamó a Albertino Bigon.
El Udinese de 1992-93 fue un equipo "reversible": muy fuerte en casa y muy vulnerable fuera. Era una lástima porque su potencial era notable. Sensini, Balbo, Dell'Anno, Desideri, Branca, Giuliani eran entre los elementos mejores del campeonato. No obstante eso, el Udinese evitó el descenso ganando el desempate ante Brescia disputado el 12 de junio de 1993 en Bologna. Bigon no fue confirmado. En su lugar llegó el ex d.t. de la nacional Azeglio Vicini. Pero sobre todo no estaban Balbo, pasado al Roma y Dell'Anno, pasado al Inter. El equipo empezó mal, entonces Pozzo dimitió a Vicini y propuso otra vez Adriano Fedele. Mientras tanto se vendió también Sensini que pasó al Parma y desde Parma llegó Fausto Pizzi. El Udinese intentó luchar pero ya era inútil. Fue otra vez serie B, pero la última en la "era Pozzo". En B el arranque no fue muy positivo, pero tampoco catastrófico. El equipo con Poggi, Ripa, Ametrano y Marino, nuevos fichajes, con los confirmados Desideri y Pizzi, se mantuvo en posición medio-alta, o sea en zona promoción. Pero Pozzo no estaba satisfecho y en noviembre despidió a Fedele y entregó el equipo a Giovanni Galeone, que no tuvo dificultad en dirigirlo al segundo lugar y reconducirlo en serie A.